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En la noche de San Juan... (19 de junio de 2002)

La noche del 23 de junio se celebra, en buena parte del hemisferio norte, la noche de San Juan. Se trata de una antigua festividad pagana, herencia de la celebración del solsticio de verano, la noche más corta del año, que cae por esas fechas (la noche del 21 al 22). Por supuesto, ya saben que la noche de San Juan se celebra encendiendo hogueras y con las tradicionales verbenas populares, pero tal vez no sepan que...

El nombre dado a esas fiestas, "verbena", procede de la planta que lleva ese nombre, y no al revés. Los antiguos tenían una curiosa tendencia a llamar verbena (en inglés, "vervain") a toda planta de poderes supuestamente mágicos y milagrosos. Pero la verbena por excelencia es la planta que hoy conocemos por ese nombre, considerada una panacea y utilizada para curar todos los males del cuerpo y del espíritu. La farmacopea actual nos dice que se trata de una planta moderadamente medicinal, pero sin las increíbles propiedades que antiguamente se le atribuían. Sin embargo, persiste la costumbre de salir a recolectarla la noche de San Juan: según la leyenda, la planta recolectada esa noche tiene poderes mágicos. Las jóvenes hacían trenzas de verbena para adornar sus cabezas, trenzas que duraban unas pocas horas, ya que esta planta se marchita rápidamente una vez arrancada; ellas creían que la verbena, al igual que otras tradiciones de esa noche, las convertían en mujeres más hermosas y les ayudaba a encontrar novio. A la fiesta que se celebraba la noche de San Juan o del solsticio, íntimamente ligada al acto de ir a buscar verbena, comenzó a llamársele por el nombre de la planta.

Aunque muchas plantas reciben también el nombre de "hierba de San Juan", probablemente el hipérico es la más conocida. De comprobadas propiedades curativas para los nervios y las contusiones, se decía de ella que permitía adivinar, hacer huir a los fantasmas y alejar todo mal, así como que protegía de la locura y de la melancolía, algo lógico, teniendo en cuenta que tienen propiedades antidepresivas (algunos la llaman "el prozac vegetal"). En cuanto a la noche de San Juan, se decía que mirar esa noche a través de los agujeros que perforan sus pétalos permitía adivinar el futuro o ver duendes, y que las jóvenes casaderas que esa noche pusieran una rama de hipérico bajo la almohada, soñarían con su futuro marido. Los pueblos celtas creían que las ramas de hipérico ahumadas con la hoguera encendida la noche del solsticio les harían invencibles.

En cuanto al trébol, la tercera planta en discordia, ya es de por sí difícil encontrar uno de cuatro hojas, pero aún lo es más encontrarlo precisamente la noche de San Juan. Esa planta sería un talismán fantástico que libraría de la mala suerte a la persona que lo encontrara. Afortunadamente para el trébol, son pocos los ejemplares de cuatro hojas, por lo que la especie no sufre pérdidas importantes, aunque en España se siga cantando aquello de "a buscar el trébole, el trébole, el trébole, a buscar el trébole la noche de San Juan"...

Es una lástima, que todas estas leyendas incluyan la costumbre de salir al campo y arrancar plantas silvestres, ya saben que no nos cansamos de advertir de los peligros de la recolección abusiva de plantas en su medio natural. Sobre todo, porque la verbena y el hipérico eran antes mucho más abundantes en nuestros campos. Si de todas formas decide seguir la tradición y la noche de San Juan salir al campo a buscar uno de estos amuletos, nos permitimos recomendarles tres cosas, y no todas de carácter ecológico:

1) que vayan con un niño, y disfruten con él de la magia del momento;
2) que arranquen la planta encontrada sólo en la cantidad necesaria y sólo de lugares en los que sea abundante, explicando al niño que se trata de una operación que hay que hacer con respeto;
3) que estén atentos, por si algún pequeño duende se deja ver en esa noche que dicen que es mágica.

Gracias por su atención y un saludo.

Verbena

Hipérico o hierba de San Juan

Trébol

© Copyright 1998-2005 José Murcia e Isabel Hoyos. Reservados todos los derechos.